Las mejores heladerías de Bolonia
Actualizado el 06 junio 2024 desde Bologna Welcome
También mencionado por el London Times como una de las 30 mejores experiencias que probar antes de morir, el helado artesanal de Bolonia destaca por su calidad y variedad de sabores.
Descubramos juntos las mejores opciones según Gambero Rosso, muchas de las cuales ofrecen sabores elaborados sólo con ingredientes vegetales o aptos para intolerantes a la lactosa o al gluten.
Con locales tanto en el centro -en Via Santo Stefano- como en las afueras, La Vecchia Stalla es conocida por sus cremosos helados al estilo boloñés. Además de las excelentes cremas clásicas, se caracteriza por una serie de sabores originales como el pistacho con sal de Cervia o el chocolate negro con guindas en almíbar.
Situada en una de las zonas de ocio nocturno de Bolonia, esta heladería destaca por la gran calidad de sus sabores, especialmente los que no llevan leche. Tampoco hay que perderse los maritozzi, un producto horneado casero, cortado por la mitad y rellenado al momento con deliciosa nata montada.
Una heladería con estética de los años 30, destaca oir excelentes sabores clásicos de nata, suaves y envolventes, así como interesantes variedades únicas. Mención aparte merecen las preparaciones de mostrador que revelan una gran habilidad pastelera: pralinés de varios sabores, macarons y mucho más.
Situada a las afueras del centro de la ciudad, en Via Barelli, Cremeria Scirocco es una de las mejores de Italia, ya que combina la sabiduría del helado clásico con la investigación de nuevas e inusuales combinaciones, como gorgonzola, calabaza o castaña.
Lugar histórico de los boloñeses, esta pequeña tienda -situada en plena via Galliera 49- ofrece helados elaborados con materias primas cuidadosamente seleccionadas y en una amplia variedad de sabores, que pueden combinarse con el excelente pan de brioche del obrador del pastelero Gino Fabbri.
Heladería de Via San Vitale, que en 2022 fue nombrada una de las 25 mejores del mundo por el Financial Times. Sus helados están fuertemente arraigados a las orígenes sureñas del propietario, lo que influye en sus marcados sabores frescos y vivos.
Situado en el sureste de la ciudad, el Emporio del Gelato ofrece dos líneas de productos: una más clásica, con los sabores de siempre, y otra con novedades que nunca se dan por sentadas y ¡siempre excelentemente ejecutadas!
Pequeña y acogedora heladería en Via Dei Mille, donde sus 12 sabores siguen las estaciones, especialmente los basados en frutas y flores. El propietario, que lleva a cabo una escrupulosa investigación de las materias primas, fue seleccionado por el Gelato Festival World Masters como uno de los 8 mejores heladeros de Italia.
Este establecimiento de Via Murri integra perfectamente el taller artesanal con el mostrador, lo que permite ver a los maestros heladeros ocupados en la creación del producto in situ. Las suaves cremas tocan una de las cimas del estilo boloñés, con un sabor delicioso y envolvente.
Desde que abrió sus puertas hace 30 años, se ha convertido en una de las heladerías más populares de Bolonia gracias a sus cremas suaves y penetrantes. Tampoco hay que perderse los sabrosos sorbetes, las tartas heladas y el Moretto, helado en palo. Se encuentra cerca de las murallas medievales.
En Stefino, otra heladería a las afueras de la ciudad, en Via Zampieri 4/2 c, se juega con la pureza y la linealidad del estilo: los sabores se elaboran con unos pocos ingredientes cuidadosamente elegidos, que destacan claramente en el paladar, y van desde los clásicos hasta otras combinaciones de gran originalidad.
Otra parada ineludible para los amantes del helado que visiten Bolonia es el Museo del Gelato Carpigiani. Situado a las afueras de la ciudad y accesible en coche o autobús, es el primer museo en contar la evolución del helado a lo largo del tiempo, la historia de la tecnología de producción, los lugares y las formas de consumo. Además, gracias a la Universidad del Gelato, podrás disfrutar de una experiencia única elaborando tu propio helado desde cero.
No cabe duda de que, gracias a las numerosas heladerías que impresionan por la calidad de sus productos y la variedad de sabores, Bolonia puede considerarse una de las capitales mundiales del helado.